JUEVES SANTO
La composición tiene tres partes: El lavatorio, La cena, El prendimiento.
Las estrofas eran cantadas por un grupo de mujeres y todo el pueblo respondía cantando el estribillo.
1.- LAVATORIO
Estribillo
Jueves por la noche fue,
cuando Cristo enamorado,
con todo el pecho abrasado,
quiso darnos a comer
su Cuerpo sacramentado.
¡Cuán humilde y amoroso!
Tomó una blanca toalla
el Señor, y puesta al hombro,
y una vacía con agua
para hacer el lavatorio.
Púsose a los pies de Pedro,
El Señor para lavarlos.
Al punto, arrójese al suelo,
diciéndole: ¡Maestro amado!
Eso yo no lo consiento.
Eso de lavar los pies
para mí, Señor, se queda.
Soy un pobre pecador
que vengo de baja esfera,
Mas, no Vos, mi Redentor.
Vos, sois un señor tan grande
Y yo cual vil gusanillo
Primero, prefiero que antes,
sea de fieras comido,
que consentir que me laves.
Le miró el Señor y dijo:
Si no te dejas lavar,
no me tendrás por amigo,
ni menos, podrás gozar
conmigo, en el Paraíso.
Al punto, arrójese al agua
diciendo: lava mis pies
Y todo mi cuerpo lava,
Señor, aquí me tenéis,
Vuestra voluntad se haga.
2.- LA CENA
Estribillo
Sentose Cristo a la mesa
con todo el apostolado.
Tomó con su mano diestra
un pan, y fue consagrado
que a todos repartiera.
Pero aquel manso Cordero
con todo el poder y gracia.
Quiso darnos por entero
su glorioso cuerpo y alma
mas, le dio a Judas primero.
Antes de haber comulgado
A todos los pies lavó.
También, a Judas malvado,
un sermón le predicó,
mas, poco le ha aprovechado.
Judas desoyó el sermón.
Pues, ya tenía tratado
la venta de su Señor
con el Senado inhumano,
para darle muerte atroz.
Se salió desesperado
y marchó a Jerusalén
diciendo al pueblo malvado:
¡salid, salid a prender,
a mi maestro, el falsario.
¡Oh Judas, falso traidor!
Tu pecho la infamia abriga.
Entregas al Creador,
a gente vil y lasciva,
sin usar de compasión.
Entró el Señor en el Huerto
A orar a su Eterno padre.
Alzó los ojos al Cielo,
sudor, raudales de sangre,
afligido y sin consuelo.
Por vuestra santa oración,
digna de eterna memoria.
Que nos queráis perdonar
Y nos llevéis a gozar
con los santos, a la gloria.
3.- EL PRENDIMIENTO
Estribillo
entose Cristo a la mesa
con todo el apostolado.
Tomó con su mano diestra
un pan, y fue consagrado
que a todos repartiera.
Estando el Rey celestial
En el Huerto, en oración.
Llegó Judas infernal,
con su lúcido escuadrón,
siendo de ellos capitán.
Entraron con gran silencio
al Huerto Getsemaní.
Salíosle Cristo al encuentro
¿A quién buscáis, gente vil?
Así todos respondieron:
Buscamos al Nazareno.
Díjoles luego, ¡Yo soy!
Al punto, todos cayeron
en pasmosa confusión,
como muertos en el suelo.
Luego, el Señor, al instante,
dio licencia al escuadrón,
para que se levantase.
Y con grande indignación
le envistieron como alarbes.
Con rabia ensorberbecida
le dieron fuertes puñadas.
San Pedro, que aquesto vio,
sacó su arrogante espada
con ánimo muy atroz.
A un sayón cortó una oreja,
dijo el Señor: ¡Tente Pedro!
Que si defensa quisiera
Ángeles tengo en el Cielo
que a defenderme vinieran.
Pero es preciso morir
y que derrame mi sangre,
para al hombre redimir.
Que si yo quisiera huir,
el poder tengo bastante.
Esta tarde, después de los oficios religiosos, se realizaban visitas a las familias para tomar limonada con aceitunas o alguna pasta propia de las fiestas de Pascua.
Posteriormente, mucha gente hacía una visita a la Iglesia donde se había expuesto el Santo Sacramento con velas, lo que se llamaba el “Monumento” y hacer una vigilia de oración.
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