MARTES SANTO
Las estrofas era cantadas por un grupo de mujeres y todo el pueblo respondía cantando el estribillo.
Estribillo
Martes Santo se juntaban
en la casa de Caifás,
la sinagoga malvada,
que a Jesús, sin más, ni más,
darle la muerte intentaba.
Allí todos contestaron
sí, merecía la muerte.
Varios juicios se formaron,
y por fin, de aquesta suerte,
¡Que muera Jesús!, clamaron.
Uno dice la verdad:
mi parecer es que muera.
Porque predicando está,
y nuestra ley verdadera,
pronto la derribará.
Otro dice: no tardarse
¡que muera según la ley!
Que la doctrina que esparce
prohíbe al César ser rey,
y Él, por rey, quiere ensalzarse.
Otro dice con porfía:
¡que muera es mi parecer!.
Porque predicó estos días,
queriendo hacernos creer,
que es verdadero Mesías.
Por fin, todos a una voz
prorrumpieron: ¡muera, muera!
¿Qué cometiste, mi Dios,
contra esa gente tan fiera,
que todos van contra Vos?
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