Después del Domingo de Ramos cada día de la Semana Santa, el sacerdote del pueblo, convocaba a una oración por la tarde- noche, recordando pasajes bíblicos y comentarios relacionados con la Pasión de Jesucristo, al final de los cuales se cantaban composiciones alusivas al mismo tema.
LUNES SANTO
La composición está formada por quintetos cuyas estrofas riman en consonante el segundo con el quinto; mientras que en el estribillo rima el tercero con el quinto.
Las estrofas eran cantadas por un grupo de mujeres y todo el pueblo respondía cantando el estribillo.
Estribillo
¡Señor mío Jesucristo!
¡Sacramento del altar!
En el cielo resplandece
Vuestra Santa Humanidad
Alabado para siempre.
Jesús, tranquilo fue a orar
por la gracia arrebatado
y quiso al fin derramar
su sangre, por rescatar
al hombre de su pecado.
A su Padre en la oración
se dirige fervoroso.
Pidiendo de corazón
del hombre la salvación,
con un acento amoroso.
Probó la santa virtud
por culpa de los mortales.
Martirizado en la cruz,
sufriendo horrible inquietud,
y tratamiento fatales.
Sus palabras amorosas
al Eterno dirigidas.
Cual plegarias amorosas,
en las regiones gloriosas,
fueron, al fin, atendidas.
Cristiano, si consideras
lo que Jesús padeció.
Y la salvación esperas,
¡arrepiéntete de veras!,
Pues, por tu culpa murió.
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