jueves, 27 de abril de 2023

         HALLAZGOS. 3



    Por último, el tercer objeto hallado, lo encontré, o mejor dicho, los encontré visitando el Museo Diocesano de la Catedral de León.

Son dos portapaces, ambos del S. XVI. Uno representa “La Virgen con Niño” realizado en Terracota y otro, “La Santa Faz” en madera y terracota.

De ambos he encontrado una imagen.

    



                            HALLAZGOS. 2


El segundo, ha sido un descubrimiento para mí. En la iglesia del pueblo, según he contado en una anterior entrada de este blog, existía una pintura  mural en la pared sur enmarcada en un arco ojival, que se hallaba detrás de un confesionario motivo por el cual nunca se pudo ver lo que allí se encontraba, excepto algo que parecían letras.

Cuando se derrumbó la iglesia, el original también se trasladó al museo diocesano y nunca supe de su existencia. Ya que,  no hay nada mejor que un buen contacto,  en la Navidad del año 2022, recibí  de uno de mis sobrinos el regalo del libro “Pantocrátor y Siervo. Iconografía Cristológica Medieval en la Diócesis de León” del autor Máximo Gómez Rascón, delegado  diocesano para el Patrimonio  Cultural de la Diócesis de León. Publicado por Edilesa en 2003.

En el apartado “Láminas”, el libro recoge varias clasificadas en función de su  temática. La dedicada a  “Calvarios”,  en las páginas 318 y 319 del libro  se encuentra la  [Lám. 149]  que recoge una fotografía con la siguiente leyenda: “Calvario fragmento (203 x 103 cm). Pintura al temple. Siglo XIV – XV. Museo Catedralicio Diocesano. León.”

Procede de la iglesia parroquial de Jabares de los Oteros, donde pudo ser recuperado tras su derrumbamiento. Se encontraba en el muro de la epístola, hacia la mitad de la nave. No se tienen noticias de que allí existiera ningún nicho funerario como en principio podría pensarse. Lo que queda de la película pictórica, que pudo arrancarse son dificultad y ser trasladada al actual soporte, apenas nos permite ver la figura de San Juan, con manto y túnica talar, que sostiene el libro en la mano derecha y adopta una postura declamatoria con la izquierda. Destaca especialmente la finura del rostro, muy joven, excelentemente dibujado, sobre el fondo del nimbo. Lo que queda del crucificado es muy poco, pero suficiente para advertir de la importancia dada a los clavos y al desgarro, que se acusaba también con la postura de los dedos de la mano. Estaban vueltos sobre sí, debido a la contracción de los tendones”

Algunas teorías opinan que la pintura podría formar parte de un  arcosolio que, en las catacumbas, cubría el sepulcro de un mártir.

La pintura, actualmente, está en el almacén del Museo Diocesano.

 


 

                     


HALLAZGOS

Tras una laboriosa búsqueda y con la suerte de haber encontrado a la persona adecuada, he llegado al hallazgo de dos objetos que buscaba y a otro que encontré por sorpresa.

El primero hace relación al artesonado mudéjar de la iglesia del pueblo. Tras su caída, el delegado  diocesano para el Patrimonio  Cultural de la Diócesis de León, recogió los restos del mismo que se trasladaron Al museo diocesano de la ciudad, donde recuerdo haberlos visto.

En el momento actual,  con las partes mejor conservadas del mismo han elaborado un conjunto de cuatro cuadrados que constituyen el techo del Presbiterio de la capilla del Hospital San Juan de Regla en la ciudad de León.

Me alegro de su recuperación, pero más me habría gustado que hubiese vuelto a su lugar de origen, al templo nuevo que se construyó.

 





 

martes, 4 de abril de 2023

 

DOMINGO DE RESURRECCIÓN

 

Antes de comenzar la Misa de Pascua, el pueblo se reunía en la iglesia desde donde comenzaba  la procesión del Encuentro,  en torno a la Iglesia. Primero, salían los hombres acompañando al Bendito Cristo portado por la persona que más había pujado por Él. Desde el porche giraban al lado izquierdo.

Después salían las mujeres que acompañaban la imagen de la misma y  giraban a la derecha. Las mozas portaban  a la Virgen, vestida con doble manto,  el blanco cubierto por el negro.

 En un determinado punto, se producía el encuentro de Cristo con su Madre. Entonces, las mozas cantoras, se dividían en dos pequeños coros para cantar “El Encuentro”. Este se teatralizaba: Se alargaba el paso, se quitaba el manto negro, se ponían de rodillas y, finalmente, en una única procesión, se regresaba a la iglesia para iniciar la Misa de Pascua.

 

EL ENCUENTRO

 

¡Buenos días, Virgen Pura!,

¡Madre del Divino Verbo!

¿Qué haces ahí en esa calle

cubierta de velo negro?

 

Voy en busca de mi Hijo,

que me han dicho, por muy cierto,

que ayer tarde se ha perdido.

Creo que estará en el Templo.

 

Alarga, señora el paso

te reconozco, sin duda,

te has de encontrar con tu Hijo

en la calle la amargura.

 

A todos cuantos hallabas,

preguntabas afligida

que, si acaso, habían visto

aquel hijo de tu vida.

 

Ninguno te satisface

solo aquellas tres Marías

que antes de rayar el alba

del sepulcro ya venían.

 

Recibe, Jesús amante,

nuestros tristes sentimientos

y por eso hoy, de mañana,

os salimos al encuentro.

 

Cesa, Señora, tu llanto

que viene resplandeciendo

más hermoso que el sol vivo

de claro, como un lucero.

 

Cesa, Señora, tu llanto

que  viene resplandeciente

más hermoso que el sol vivo,

rompiendo con tanta gente.

 

Venimos las doncellitas 

a visitar a María

con dolor de sentimiento,

de verla tan afligida.

 

A referir el secreto

que ha sucedido estos días,

de aquella infame canalla

de aquella gente judía.

 

Que por envidia y soberbia,

trataron quitar la vida

a nuestro Dios humanado,

que es el Hijo de María.

 

Aquel que nació en Belén

entre gente desconocida,

y que adoraron los Reyes

por inspiración divina.

 

El que hizo tantos milagros

y predicó la doctrina

y reprendía los vicios

al que mudase de vida.

 

Enarbolaron la cruz

poniéndola en lo más alto

dejáronla caer de golpe

en aquel profundo lago.

 

Se reventaron sus venas,

quedando el suelo bañado,

vertida toda su sangre,

del que nos dio el ser humano.

 

Desde esta Semana Santa

quedamos arrepentidas

por haber bebido el agua

de la fuente cristalina.

 

Desde esta Semana Santa

quedamos arrepentidas.

Ya resucitó el Señor,

dentro del tercero día.

 

 

 

Ayer cruzaron las calles

de aquella ingrata ciudad.

Ha llegado el sentimiento

de profunda soledad.

 

¡Quítate ese triste manto!

¡Revístete de alegría!,

que viene resplandeciente

aquel Hijo de María.

 

¡Quítate ese triste manto!

Y ¡revístete de gala!

que viene resplandeciente

el que tú, muerto llorabas.

 

Ya cesaron  nuestras penas

y toda nuestra amargura.

Ya todo será placer

y eternamente dulzura.

 

Ya se cumplió la Palabra

y el tiempo de morir Dios.

Estremeciendo la guardia,

el muerto resucitó.

 

¡Buenas pascuas! ¡Buenas Pascuas!

tengan todos los presentes

y también el señor cura,

autoridad competente.

 

De rodillas nos postramos

delante del Redentor,

a pedir al señor cura

de nuestras culpas perdón.

 

De rodillas nos postramos

estas humildes doncellas

dadnos vuestra bendición

Virgen Santa, por la Tierra.

 

¡Regocíjate, María!

Y te irás para tu Templo.

Y nosotras doncellitas

vamos en tu seguimiento.

 

 

 

Santísimo Cristo de la Buena Muerte. El Domingo de Resurrección se vestía con  una estola y falda blancas.

 

 

La imagen de Nuestra Señora. El Domingo de Resurrección se vestía con manto blanco cubierto por otro negro, que se retiraba durante el Encuentro al encontrarse con su hijo resucitado.

 


           HALLAZGOS. 3      Por último, el tercer objeto hallado, lo encontré, o mejor dicho, los encontré visitando el Museo Diocesano de ...